Nací en Montornés del Vallés en 1989. Siempre me ha gustado mucho inventar historias. Cuando mi hermana y yo éramos pequeños, mi padre nos contaba un cuento antes de dormir donde nosotros éramos los protagonistas. Me imaginaba todo lo que pasaba fascinado y por eso también me propuse inventar mi primer cuento cuando tenía seis añitos. Como apenas sabía escribir, le dicté a mi padre la historia de un explorador que pasaba muchas aventuras y al final decidía vivir en una pirámide. Con nueve años me atreví a escribir un cuento de aventuras de mi puño y letra. Desde entonces, he seguido escribiendo relatos cortos.
Un día, casi por casualidad, entré en la web de mi escritor preferido: Jordi Sierra i Fabra. Allí vi la convocatoria del Premio Jordi Sierra i Fabra, un premio dirigido a chicos y chicas menores de dieciocho años que debían presentar una novela de un mínimo de 50 páginas. Yo nunca había escrito una, pero me lo propuse como un reto personal y pensé en escribir el libro que me hubiera gustado leer. Así fue como nació El poder de una decisión, mi primera novela con tan solo dieciséis años. ¡Y cuál fue mi sorpresa cuando, en febrero de 2006, me llamó Jordi Sierra i Fabra para decirme que había sido el ganador! Me siento muy afortunado. Nunca antes me había planteado ser escritor, pero desde ese momento me lo propuse como un sueño. En la universidad empecé los estudios de Comunicación Audiovisual, pero a los dos años de carrera me di cuenta de que valía la pena arriesgar y me cambié a Teoría de la literatura. Actualmente ya he terminado mis estudios y compagino el mundo de la escritura con la profesión de profesor.
Me gustaría que conocierais un poco mejor mis aficiones. Como es evidente, me gusta escribir, ya que me permite potenciar mi imaginación al máximo y al mismo tiempo plasmar mis sentimientos. Para mí, la escritura es una terapia que saca afuera mis preocupaciones. A pesar de que las inquietudes no desaparecen, las palabras las hacen prisioneras y no pueden volver a mi cabeza. De todas formas, no solo me gusta escribir. Tengo muchas aficiones y podría hacer una lista muy larga, pero como soy de rankings, prefiero resumir las cosas que más me han gustado en los siguientes ámbitos:
¿Un libro? Tuareg, de Alberto Vázquez Figueroa
¿Una película? La vida es bella, de Roberto Benigni
¿Un poema? Romance de luna, de Federico García Lorca
¿Una obra de teatro? La dama del alba, de Alejandro Casona
¿Un musical? The Lion King, de Disney
¿Una canción? Total eclipse of the heart, de Bonnie Tyler.
¿Un rincón del mundo? Tower Bridge, Londres
¿Un país especial? Egipto
¿Un deporte? La natación
¿Una experiencia extrema? Perderme en el Parque Nacional de Aigüestortes toda la noche.
A fin de cuentas, todo lo que he descubierto y he vivido me hace ser quien soy y se plasma en mi escritura. Por último, os dejo el listado de premios que he ganado hasta ahora. Los premios nunca han sido el motivo por el que escribo, simplemente son retos que me he ido proponiendo. Tengo muy claro que escribir es una necesidad vital y lo seguiré haciendo siempre, vengan o no vengan premios
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