Archive: 6 de febrero de 2024

Charla en el Manolo Hugué

¡Y treinta y cinco! Esta mañana he visitado a los chavales de 2º del instituto Manolo Hugué de Caldes de Montbui para charlar sobre La tempesta. Hemos realizado el encuentro en la Sala Noble de Can Rius, el antiguo comedor de un balneario en desuso que destilaba glamur y elegancia. Durante la charla, se ha producido una situación que muy pocas veces ocurre: una alumna ha reconocido públicamente que la historia de Nahara la ha hecho reflexionar sobre la actitud hacia su propia madre y que al acabarse el libro le pidió perdón. Más tarde, otra chica también me ha explicado en privado que se disculpó con su madre por una mala actitud que había tenido años atrás. ¡Es fantástico descubrir el poder reparador que puede ejercer la literatura en nuestras vidas! Como anécdota graciosa, un chico me ha asegurado que visitó el pueblo de Vilaroca con la furgoneta de sus padres, aunque no ha sabido precisar dónde se encontraba el pueblo. Nos hemos echado unas risas cuando he desvelado que este pueblo es totalmente inventado. Aún me pregunto qué pueblo debía visitar… Después de la foto, he firmado libros y me he hecho selfis con unos alumnos muy entusiasmados, que se han mostrado agradecidos y animados con mi visita. Incluso uno de ellos me ha prometido que me hará la banda sonora de una posible película de La tempesta. ¡Gracias por vuestro apoyo! Y gracias, Roser, por continuar año tras año creyendo en mi novela. ¡Un besazo!

Charla en el Sagrada Família de Santa Perpètua

¡Y treinta y cuatro! Esta mañana he visitado a la gente de 3º de la escola Sagrada Família de Santa Perpètua de Mogoda para charlar sobre Extraños en un aeropuerto. Ha dado la coincidencia de que tanto el alumnado como el profesorado iban vestidos en pijama para celebrar el Carnaval. Aunque los estudiantes no se habían acabado la novela, el profesor de Castellano, Jose, me ha asegurado que les está gustando mucho. Por otra parte, me ha hecho ilusión que un alumno de 4º también haya asistido a la charla, un chico que me había conocido en las dos firmas de libros que había realizado en el Abacus del centro comercial Baricentro y que se había comprado mi última novela por el mero placer de la lectura. ¡Gracias por vuestra energía! Y gracias, Xavi, por acompañarme en representación de la editorial. ¡Hasta pronto!