El escenario de “El torneig dels núvols”

La novela de El torneig dels núvols (solo en catalán) se ambienta en una ciudad inventada, Mangore, que está inspirada en una colonia minera situada en la población de Cercs (Berguedà, Cataluña). El 11 de agosto de 2022 fui con unos amigos para explorar una mina de carbón abandonada. Cuando llegué a la población, lo primero que me sorprendió fue la gran torre de una central térmica abandonada. Aunque esta central producía electricidad quemando carbón, me pareció una central nuclear de primeras. Y de ahí surgió una pregunta: ¿por qué se abandonó la central nuclear? ¿Y si se hubiera producido un accidente? ¿Cuánta gente habría sobrevivido? ¿Y si, en vez de un accidente, hubiera sido algo intencionado? De aquí surgió la idea de la Gran Catástrofe, una guerra nuclear que eliminó a la mayor parte de la población mundial.

Empezamos la visita por los bloques de pisos de los antiguos mineros que habían trabajado en la mina. Todos ellos estaban abandonados. Enseguida vi que eran viviendas humildes, de clase trabajadora, donde habían vivido los trabajadores con sus familias. De ese barrio gris y pobre, surgió el escenario de los barrios en blanco y negro de Mangore. En la novela, Aaron comenta que no le gustaba su barrio: que los edificios parecían los módulos de una prisión inmensa.


Por otra parte, nos adentramos en una mansión abandonada, la casa del conde de Fígols, una lujosa casa de planta cuadrada que parecía un castillo. Era el edificio que se construyó el propietario de la mina, José E. de Olano, poco antes de que el rey Alfonso XIII lo nombrara conde. Al visitar esta enorme mansión, donde podrían vivir muchas personas, surgió la idea del Bastió, una fortaleza en medio de los barrios pobres que representaba el poder sobre la población.

Y, después, entramos en la mina, un pasaje muy largo que se perdía en el infinito. El aire era denso y costaba respirar. En algunos tramos del túnel, todavía se conservaban los raíles e incluso una vagoneta. Finalmente, salimos por donde habíamos entrado. Este túnel me inspiró para crear la Puerta del No Retorno.

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